A esta altura ya pasaron por todos los noticieros el descomunal precio a que se vendieron las entradas para ver este espectáculo.
No digo no los valga, tal vez si me sobrara plata no me parecería tan desproporcionado.
Aunque algunos blanquearon el pago “extra” que es de 8000, es decir la ilegal reventa, parece que hubo poco de eso, pues para poder revender había que invertir la friolera de 6500 pesos, la entrada más cara.
Lo extraño es que se agotaron.
No sé si a alguien le “suena” raro, los líderes de la rebeldía contra el sistema, con música revolucionaria, se asociaron al “sistema” y lo aprovechan.
El asunto, ya se sabe es conocido, en la adolescencia el asunto social es parte del desarrollo de la personalidad, o para adquirir sensibilidad o todo lo contrario, pero no está ausente.
En la adultez, se dejan de lado se comienza a ver el mundo real.
Sin embargo, me sigue pareciendo un precio descabellado, sobre todo teniendo en cuenta que (aunque no sea lo mismo, ya lo sé) toda la discografía de sus temas, en excelente calidad sale mucho menos de ese monto. Y el viaje a Londres a conocer Liverpool, en donde es posible escuchar sus temas en cualquier lugar, incluso imitadores muy buenos, mejor que como es Paul ahora, sale también mucho menos de ese monto.
No sé por qué me da vergüenza ajena ese recital, será porque se me cayó la imagen que tenía o sentía con su música, con su época, con mi época.
Qué triste me siento.
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